Mundo Zahorí
viernes, 7 de abril de 2023
Mundo Zahorí: Mundo Zahorí: radiestesia para principiantes
domingo, 25 de septiembre de 2022
Mundo Zahorí: Mundo Zahorí: radiestesia para principiantes
¿QUE ES LA RADIESTESIA Y PARA QUE SIRVE?
Pocos creerán que un librito que cuesta
tan poco dinero, contenga tanta información y enseñanzas que pueden traer la
felicidad a nuestras familias y a nosotros mismos.
Este pequeño libro está dedicado a toda
persona que haya oído hablar de esta ciencia tan antigua como interesante,
donde se explica de forma sencilla y amena, con experiencias personales,
ejemplos contrastados y resaltando aquellas palabras o nombres no conocidos,
para poder descubrir aquellas energías del entorno que nos pueden ayudar en nuestras
necesidades a llevar una vida más feliz y placentera, y evitar en lo posible
aquellas otras que nos pueden afectar o enfermar.
Así mismo al mismo tiempo, introducirnos en
ese mundo maravilloso de la Radiestesia, el de poder detectar aquellos elementos
escondidos a la vista de los mortales, como pueden ser aguas subterráneas,
minerales u objetos perdidos entre otras experiencias.
La Radiestesia, Rabdomancia o Arte del
Zahorí, es una ciencia que desde tiempos inmemorables estudia y permite captar
ciertas radiaciones que recibimos desde el Cosmos, de la Tierra o de ciertos cuerpos, bien sean humanos, animales,
o de diferentes elementos tanto minerales, vegetales, o de forma.
El diccionario de la lengua española
define la Radiestesia, como una sensibilidad especial para captar ciertas
radiaciones, utilizada por los Zahories para descubrir manantiales
subterráneos, vetas metalíferas, etc.
La Radiestesia es un complemento
imprescindible para el estudio de otras profesiones como Geología, Feng Shui,
Reiki, Radiónica, Naturismo, Kinesiología y otras ciencias.
Todo cuerpo o materia en este Universo vibra a
una cierta frecuencia, que se transforma
en radiación, y esta a su vez en energía. Nosotros mismos vibramos porque somos
energía, la recibimos y la damos a los demás y también a nuestro entorno. Y
este tipo de energías es lo que estudia la Radiestesia, tanto las positivas
como las negativas, ya que en todo existen los dos polos opuestos.
“Toda energía sigue el pensamiento.
Todo lo que somos es el resultado de
nuestros pensamientos. Budha.”
Lo que sientes y piensas, vibra,
Lo que vibra lo atraes,
Lo que atraes, lo creas.
Lo que creas, se hace visible.
Lo
visible, se puede estudiar.
Un Radiestesista,
Zahorí o Prospector, es aquella persona que ha desarrollado en sí misma, una sensibilidad especial
para captar y medir estas radiaciones que nos envuelven y que están en todo
aquello que tenemos a nuestro alrededor.
Para su trabajo como prospector usa principalmente su cuerpo físico
o diferentes utensilios para detectar y
amplificar nuestra percepción a estas
radiaciones, como péndulos, horquillas V, varillas L, lóbulos antena H y
otros.
Normalmente cuando se habla de
Radiestesista, Rabdomancia o Zahorí, siempre nos viene a la memoria, aquella
persona que con unas varitas vegetales o rama de un árbol en forma de V, u otro
utensilio, se dedicaba a buscar aguas subterráneas o cosas ocultas a la vista
del público.
Pero en este caso vamos a interesarnos
más por la salud de nosotros mismos y de nuestros semejantes, aunque al mismo
tiempo, también trataremos de conocer algo más de algunos de los muchos
misterios que estudia la Radiestesia.
Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha
atribuido a los dioses del Olimpo, aquellos acontecimientos inexplicables que
ocurrían en el Cosmos y en la Tierra. Pero según fue desarrollando su
conocimiento en los diferentes campos de la ciencia, algunos de aquellos
fenómenos tuvieron una explicación científica. Pero en cambio otros siguen
siendo un misterio.
La radiestesia en sí, explica la
fenomenología que ocurre en el Cosmos, en la Tierra y en los diferentes seres
vivientes que nos acompañan, así como aquellas alteraciones naturales o
artificiales ocasionadas por nuestra avanzada tecnología.
La mayoría de estos fenómenos, se
transforman en energía, que con diferentes frecuencias, longitudes o forma de
onda, se desplazan por el espacio y nos pueden beneficiar o afectar, tanto a
las personas, a los animales, como a los árboles y las plantas.
Su estudio es primordial para aquellos
que se dedican a la salud de sus semejantes, animales, plantas o constructores
del hábitat saludable, como pueden ser médicos naturistas, arquitectos, bioconstrucción
y también los que se dedican a la agricultura o a la jardinería, así como a
aquellas personas que buscan el bienestar de sí mismas y de su familia.
Con todo este bagaje de conocimientos,
podemos ayudar a prevenir ciertas enfermedades o paliar en lo posible algunas
de las ya desarrolladas, a las cuales no se les ha encontrado remedio por la
vía convencional.
Algunas de las enfermedades o patologías
que hoy existen, no son provocadas por virus o bacterias, ni son hereditarias,
pero sí el lugar donde se manifestaron. Hay un viejo adagio que dice, “Dime
dónde vives y te diré lo que padeces”.
La
debilidad del indefenso ser humano. Esta cita tiene mucho de certeza.
“Paradójicamente, el ser humano es el
ser más indefenso de la Creación; no tiene caparazón, ni cuero, ni escamas, ni
plumas, ni siquiera pelo que recubra su piel. En su desnudez, se ve obligado a
buscar protección, debe construir su propio refugio; la casa. Y sin embargo, hay casas maléficas, residencias que atraen
la desgracia, departamentos perniciosos, enfermos y mortales para los seres
humanos que moran en ellos.
Roger de Lafforest.”
En la vasta extensión de la corteza terrestre, así mismo como dentro de nuestras viviendas o lugare
s de trabajo,
puede haber ciertas geopatías telúricas, ―ver nota al final―, que nos pueden
afectar y derivar en ciertas anomalías que afectan a nuestro cuerpo vital y que
después pasan al físico, desarrollando ciertas enfermedades o trastornos
físicos que en otro lugar no hubiéramos contraído. Por lo tanto, deberíamos
estudiar y conocer las malas influencias que podemos tener al estar en una zona
geopatógena o alterada telúricamente, a la de otra que nos puede vigorizar y
encontrarnos bien con nosotros mismos y con nuestro entorno.
Hay energías que nos benefician en
nuestro estado de ánimo, así como en nuestra salud, pero hay otras que nos
perjudican, alterando nuestro sistema celular y nos pueden enfermar. Por ello
hay que tener mucho interés en conocer estos espacios, tanto los benefactores
como los perniciosos para nuestro bienestar.
En este mundo que nos ha tocado vivir,
hay tres tipos de personas con diferentes sensibilidades. Las hay insensibles, sensibles e hipersensibles. O dicho de otra manera, que hay personas
que no se alteran por nada, ni emociones, ni afecciones ni por los fenómenos
que ocurren a su alrededor. Otras, que son la mayoría, que sí que les afecta
tanto lo emocionalmente como aquello invisible, ―pero detectable y medible―,
que se encuentra en su entorno, pero que dentro de su estado de conciencia, de
ánimo o salud lo pueden soportar sin que les afecte demasiado.
Pero hay otras ―muy pocas―, que son
hipersensibles, que sabiéndolo o ignorándolo, les afectan las emociones, los
disgustos y todos los fenómenos negativos que encuentran en su entorno. Esta
reacción ante lo adverso o negativo, les produce una reacción dañina para su
cuerpo celular y nervioso que se puede transformar en una enfermedad, en la que
parece que no se encuentra su origen, es decir, la causa-efecto.
Este tipo de enfermedades no tienen su origen
en bacterias o virus que uno puede contraer en cualquier lugar contaminado y se
pueden combatir con antibióticos o con la medicina convencional, más bien, es
una alteración del campo eléctrico interior que afecta al sistema nervioso y
celular y que se origina en el cuerpo de energía o vital que todos poseemos, y
de este pasa al físico donde se manifiesta como estrés o enfermedad.
El ser humano está constituido
principalmente por siete cuerpos, el físico que es el que vemos, el vital o de
energía, el astral, el mental, el causal, el búdico y el espiritual o átmico
donde reside el Alma. También se conocen con otros nombres según qué tipo de
religión o creencia, pero en estos momentos solamente nos interesan dos, el
físico, que es el cuerpo que vemos y está constituido por músculos y huesos, y
el vital que es donde reside nuestra energía y la vida, ya que sin energía no
hay vida, y principalmente las enfermedades afectan a estos dos cuerpos, y son
de estas las que vamos a tratar, a poder conocer su procedencia y sus efectos,
y dentro de lo posible el poder remediarlas.
Como he dicho anteriormente hay personas
muy sensibles y por ello vulnerables a estas geopatías, y pueden contraer
enfermedades no deseadas por culpa de ignorar esta fenomenología que se produce
en ciertos lugares.
Las
diferentes geopatías no producen enfermedades concretas, lo que hacen
es debilitar el sistema de defensa de nuestro cuerpo, sobre todo cuando estamos
descansando o durmiendo, ya que entonces nuestro cuerpo se relaja y baja sus
defensas para poder regenerarse y cargarse de energía y por este motivo, es más
propenso a contraer una cierta enfermedad, que de no actuar estas geopatías en
este lugar no hubiéramos contraído.
En este mundo que nos ha tocado vivir,
nos podemos encontrar con ciertas energías o frecuencias de onda, que no
podemos evitar, que provienen de nuestro
entorno, o del Cosmos, como son las ondas de radiación cósmica, que nos envían
las estrellas, las ondas de frecuencia larga, corta o infinita, de rayos X,
ondas Alfa, Beta, Gamma, rayos ultravioleta y otras de origen desconocido, así
mismo como el viento solar proveniente de nuestra estrella el Sol, que además
nos envía ondas electromagnéticas, lumínicas y caloríficas entre otras. Estas
ondas y el viento solar que envía el Sol, son bien visibles, como por ejemplo
las que forman las Auroras Boreales y Australes al chocar con el escudo
magnético que protege la Tierra.
La mayoría de estas radiaciones no nos
afectan, ya que nuestro cuerpo se ha habituado a ellas, pero cuando su
potencial es muy grande y traspasan las defensas que tiene la Tierra, sí que
nos pueden enfermar, sobre todo a las personas hipersensibles.
También entre ellas están las ondas
electromagnéticas que afectan a las telecomunicaciones y a las redes
eléctricas, además de la influencia gravitatoria que ejerce sobre nuestro
planeta.
El viento solar además se transforma o
lleva consigo una fuerte carga de energía positiva que al chocar con la de la
Tierra, que es de carga negativa, produce una diferencia de potencial
eléctrico, que afecta sobre todo a aquellas personas que son hipersensibles a
este fenómeno, produciéndoles dolores musculares, ―sobre todo cuando ha habido
una luxación o inflamación de las articulaciones―, estrés o cambios de humor.
Estas personas conocidas como barómetros
ambulantes o vivientes, detectan y sufren estos cambios eléctricos que se
producen en la atmósfera antes de una tormenta o tiempo ciclónico, al pasar de
una carga negativa procedente de la Tierra a otra positiva proveniente del
Cosmos.
Ése intercambio de iones negativos por
iones positivos son los que afectan a nuestro sistema celular y nervioso.
Además son los responsables de las tormentas eléctricas, como son los
relámpagos, rayos, rayos de bola, así como el conocido como fuego de Santelmo,
que se produce en ciertos lugares con una elevada carga negativa, donde esta se
disipa por las puntas de los mástiles de los barcos, edificios altos o
aislados, o sobre las puntas conductoras de los árboles, y en lugares telúricos
con una gran concentración de energía negativa al pasar una tormenta con carga
positiva.
Son energías que están presentes en
todas partes, pero que no las vemos, como no vemos la radiación del aparato
microondas cuando ponemos algo en su interior para calentar o cocer, pero estar está, aunque son invisibles
pero detectables y podemos comprobar sus efectos.
Ya que conocemos y no podemos evitar las
energías que provienen del Cosmos y de la Tierra, que nos pueden beneficiar o
enfermar, hay que tomar conciencia de ellas, pues aparte de las explicadas,
también están las energías gravitatorias, tanto del Sol, como de la Luna o de
las Galaxias, aunque estas no nos afectan directamente. Pero todo este
conglomerado de energías, forman otras de origen desconocido que son las que
nos afectan.
Una forma de paliar los efectos de estas
energías cósmicas que nos puedan afectar en esos momentos de máxima actividad
solar y notamos el ponernos nerviosos o con estrés, son el tener un buen
contacto a tierra, y descargarnos de la energía estática acumulada, como puede
ser el tocar un elemento metálico que esté en contacto permanente con la tierra
y con el suelo que pisamos, no en la
tierra de una maceta. Algunas
personas notaran como un pequeño calambre en el momento del contacto, por la
gran cantidad de energía estática acumulada. Esto también ocurre cuando dicha
persona si es muy sensible, está cerca de aparatos electromagnéticos, como
ordenadores o maquinas eléctricas etc., y no disponen de una buena toma de
tierra, entonces lo más efectivo y beneficioso para descargarnos sería ir
descalzo sobre la tierra húmeda, o en todo caso llevar calzado conductor a
tierra. ―Suelas sin aislante eléctrico, goma o plástico―.
Vamos ahora a explicar superficialmente parte
de aquellas energías telúricas que se producen en la Tierra, bien en la
superficie como en su interior. Unas de las principales es la energía
gravitatoria proveniente de su masa y la electromagnética, proveniente del
núcleo y del eje magnético que atraviesa el globo de Norte a Sur, y que es
detectable por medio de la brújula, o por otros medios naturales, tanto por el
ser humano como por los animales y plantas.
Para comprender el campo
electromagnético terrestre, deberíamos fijarnos con los aparatos inventados por
el ser humano, imitando lo que se encuentran en la Naturaleza de forma natural.
Imaginemos como está construido un
electroimán, transformador, motor o cualquier maquina eléctrica que tenga
movimiento o desarrollan una fuerza mecánica.
Estos funcionan por medio de un campo
electromagnético y para obtenerlo hay que tener unos elementos que son
esenciales. Un núcleo, un devanado por donde pasa la corriente eléctrica y una
fuente de energía que transforme la corriente eléctrica en magnética y esta a
su vez en mecánica.
Esto que es un fenómeno artificial, en la Tierra se forma de manera natural. Las bobinas del devanado del
motor, transformador o cualquier maquina eléctrica, está formada por varias
espiras de un hilo de cobre, aluminio o
cualquier material conductor de la corriente eléctrica y produce un campo
electromagnético que da movimiento o transforma la energía en aquello deseado
para el fin en que ha sido construido.
En la Tierra se produce este fenómeno
por el magnetismo terrestre y el movimiento de rotación que tiene sobre su eje
y alrededor del Sol.
Este campo magnético terrestre se
transforma en unas líneas de energía que recorren todo el planeta de Norte a
Sur y además por efecto de la rotación, hay otras que circulan de Este a Oeste,
formando una red global de
cuadriculas de varios kilómetros de lado, al igual que ocurre con los
meridianos y los paralelos terrestres. Pero así como estos los ha colocado el
hombre para medir y situar cualquier punto terrestre en un lugar determinado,
estas líneas de energía están desde que se formó el mundo como planeta.
Estas líneas son como muros o paredes
invisibles de energía que salen de la tierra y con una anchura de varios metros
se elevan hacia el Cosmos formando el campo magnético terrestre y el cinturón
que envuelve la Tierra y nos defiende de las tormentas y vientos solares, como
es el cinturón de radiación de Van Hallen.
Estas líneas de energía conocidas desde
tiempos inmemoriales como Líneas Ley o Sagradas forman una gran red global en
dirección N-S y E-O, y están por toda la Tierra, y en los cruces de sus
cuadrículas, disipan mucha energía tanto positiva como negativa, ya que hay
líneas y cruces positivos alternados con otros negativos. Es el Yin y el Yang
de las redes globales.
Pero hay muchos cruces positivos que el ser
humano conoce desde la antigüedad como benefactores y estos eran aprovechados
para construir sus templos y ermitas, casas de salud y ciudades, para poder
beneficiarse de esa energía positiva. En cambio también hay otros con energías
negativas, que ya el ser humano prehistórico trataba de disipar o contrarrestar
su energía, colocando enormes piedras como disipadores de energía hacia el
cosmos, como son los menhires megalíticos y los obeliscos.
Últimamente se ha descubierto que la
Tierra está cambiando telúricamente hablando, tal vez por su evolución, o por
el cambio de nuestra avanzada y moderna tecnología. Estas cuadriculas que
forman estas líneas Ley que pueden tener varios km de anchura y varios metros
de muro de energía, se subdividen en otras más pequeñas conocidas como líneas
Madre o Peyre, ―o con otros nombres según país o cultura―, en honor a su
descubridor. Estas pueden tener cuadrículas de varios centenares de metros y su
muro de energía es de más de un metro, según lugar y estado de la Tierra en
relación al Sol y la Luna, ya que sus campos gravitatorios alteran su
estructura, tamaño e intensidad. Estas líneas Madre a su vez se subdividen ―no
matemáticamente―, en otras más pequeñas y de menos intensidad, conocidas como red global terrestre o líneas Hartmann, ―en honor a su
descubridor el doctor alemán Hernest Hartmann―, con unas cuadriculas entre el
metro y cuatro metros y un muro de energía de unos diez centímetros
aproximados. Hay otras más pequeñas poco importantes.
Cuando se tiene una cierta sensibilidad,
se pueden detectar estas líneas o muros de energía con las manos, notando en el
momento del contacto, una pequeña diferencia de calor con el resto del espacio.
Algunas personas notan como un pequeño cosquilleo.
Otros grandes descubridores fueron el
científico y médico alemán Manfred Curry
y el ingeniero francés Pierre Cody,
que descubrieron otra red global que va en diagonal a las Hartmann tanto en
horizontal como en vertical, con una anchura de muro de energía más potente y
unas cuadriculas más grandes, entre los tres y los cinco o seis metros. Existen
otras redes de energía muy importantes pero que en este pequeño libro no
estudiaremos como son las solares, las de poder y otras que engloban un todo en
este mundo de las energías.
Todas estas líneas de energía telúrica
emergen desde el centro de la Tierra a diferentes profundidades, siendo hoy por
hoy un misterio de cómo se producen, como también desde la profundidad en que
se forman y emergen. Seguramente la Tierra se halla formada por diferentes
capas ―como si fuera una cebolla―, y en estas zonas por diferentes motivos es
donde se desarrollan las diferentes energías que conforman estas líneas en el
exterior.
Según mis propios estudios hechos por tele
radiestesia o sea detección a distancia, lo que forma la primera capa serían
las chimeneas o vórtices cosmotelúricos, entre los 30 y 50 m de profundidad,
después se encuentran las líneas que forman la red global o Hartmann que
provienen de una segunda capa a unos 30 km de profundidad formando la corteza
terrestre, y ya en diferentes profundidades se encontrarían las Cody, a unos
300 km y las Ley a unos 400, 500 o más km de profundidad dentro de lo que es el
manto externo. Quizá hay otras o estas mismas que tengan su nacimiento en el
frotamiento del núcleo interno con el magma o sea a varios miles de km.
Todas
estas redes de energía, cubren por completo toda la superficie terrestre, siendo además
más perjudiciales cuando en ciertos puntos se juntan dos o más líneas
diferentes, y más cuando coinciden dos cruces o nudos de diferentes líneas en
el mismo sitio o sobre otra alteración telúrica, ya que entonces por sinergia
se suman sus intensidades y es cuando son más dañinas para las personas vulnerables.
Además de todo este entramado de
energías, podemos encontrar micro-fallas
o grandes fallas telúricas, producidas por el desplazamiento de las masas
continentales, formando plegamientos y fracturas en el manto terrestre como los
cañones y barrancos, las cordilleras, las montañas, y las fallas telúricas en
sí, que no son otra cosa que grietas en la roca madre, por donde sale la
energía de la combustión interna del magma de nuestro planeta. En los lugares
donde son más anchas y profundas, es donde se originan los terremotos y
volcanes, y la rotura y desplazamiento de las masas continentales. También a
través de estas grietas, es el lugar en que la energía negativa del interior de
la tierra, encuentra menos resistencia para salir al exterior.
Otro fenómeno que podemos encontrar por
todo el planeta, son los vórtices o chimeneas cosmotelúricas, que son como
pequeños o grandes cilindros o tubos de energía que entre un metro o más de
diez de diámetro, forman pequeños tornados de energía que saliendo de la tierra
descargan en
Es como si la Tierra respirase por unos
poros que tiene en la superficie, y con un intervalo de algunos minutos absorbe
y expele energía como nosotros respiramos aire.
Cuando absorbe la energía del Cosmos lo
hace en una dirección de rotación, como las agujas del reloj y cuando la expele
lo hace en dirección contraria, como si estuviéramos atornillando o
destornillando algo en el suelo. Cuando baja lo hace en dirección a derechas y
cuando sale a izquierdas.
Las chimeneas en su interior forma una
especie de círculos que van de menor a mayor, formando una especie de embudo o
torbellino, según este absorbiendo o disipando.
Estas chimeneas cosmotelúricas que se
encuentran por todas partes, y la distancia entre ellas varían desde un par de
metros a unos diez o más, disipan su energía desde unos treinta metros de
profundidad a unos ciento cincuenta de altura, variando su potencia y altura
según su diámetro y terreno donde se encuentren. También entre ellas se
comunican por medio de unos canales, ―que algunos prospectores conocen como
brazos y que son invisibles pero medibles―, que transportan energía de una
chimenea a otra, pues cuando una está aspirando, su compañera más cercana, está
expeliendo para estabilizarse.
Con este intercambio de energía, las
chimeneas son las más perjudiciales para la salud, ya que el movimiento de
subida y bajada altera enormemente la transmisión eléctrica entre las neuronas
cerebrales, perjudicándolas y son el fenómeno que más anomalías o enfermedades
provoca.
Entre ellas las hay positivas y
negativas. Esto se mide en el tiempo de bajada, (+) y el de subida (-) que más
energía lleve. Esto lo notaremos cuando medimos el tiempo de subida y de bajada
y nos encontremos en el centro de la misma, y con el péndulo veremos en qué
dirección va la rotación.
La forma de encontrar una chimenea
rápidamente, es desde cualquier lugar en que nos encontremos, preguntar en qué
dirección se encuentra la más cercana a nosotros y a qué distancia nos
encontramos de ella. Una vez encontrada veremos su diámetro y el círculo lo
marcaremos en el piso o terreno. Luego dando vueltas alrededor del círculo,
iremos marcando los diferentes canales que salen de su interior hacia otras
chimeneas. Esto hay que hacerlo varias veces, pues en el momento que la
chimenea o canal están en reposo, no son detectables. Y tomando como referencia
desde el centro y las marcas que habremos hecho en su perímetro, en esa
dirección encontraremos las otras que tiene a su alrededor. Normalmente cada
chimenea tiene 5 o 6 brazos o canales. Y así sucesivamente encontraremos todas
las demás que nos puedan afectar o beneficiar.
En la revista de GEA 113 verano del 2021
pagina 40 podemos leer: “El biólogo alemán Joseph
Birckner de la Asociación Biológica de Alsacia (Alemania) hace una descripción
de las chimeneas, que a grandes rasgos dice así: una Chimenea Cosmotelúrica es
una radiación en el rango de las microondas de frecuencia de 3 GHz, y 10 cm de
longitud de onda, que aparece localizada en una zona concreta en forma de
columna salomónica. Su origen es cósmico. En la antena Lecher se encuentra en
el valor LA 5,85+ y en varillas la longitud de mango es 20,7 cm. La exposición
a las chimeneas, produce diferentes síntomas, como cansancio crónico,
fibromialgia, poca energía, agotamiento, depresiones y enfermedades
degenerativas. También pueden producir cáncer o esclerosis múltiple, cuando
convergen con otras alteraciones geológicas superpuestas.
Todas las chimeneas son perjudiciales
para la salud. En las positivas solamente estaremos un pequeño espacio de
tiempo en su vertical para repostar energía, pues al igual que las negativas,
alteran el buen funcionamiento de las neuronas cerebrales por su ritmo
alternado de transporte de energía. Los canales de contacto entre ellas,
también son perjudiciales, ya que transportan energía alternativamente en una
dirección u otra”.
Otro fenómeno que hay que tener en
cuenta son las corrientes de agua subterránea, que ha diferentes
profundidades circulan por gran parte del subsuelo terrestre, y forman allá por
donde salen al exterior, fuentes y manantiales con vida vegetal y acuática.
Estas corrientes de agua que circulan
por el subsuelo desvían el campo
magnético terrestre, porque el agua es diamagnética y desvía los iones
negativos terrestres que salen de su interior, concentrándolos en sus orillas y
en menos cantidad en el lecho de la corriente, pero más intenso que fuera de la
zona, siendo por este fenómeno detectables por los Zahories o personas
sensibles a estas radiaciones.
La fricción del agua con el subsuelo
crea unos campos electro-magnéticos con una frecuencia muy sutil o débil, pero
detectable por las personas que son sensibles.
El estar de forma prolongada en la
vertical de estas radiaciones puede producir geopatías, como por ejemplo,
molestias para dormir, estrés o desarrollar alguna enfermedad.
Para detectar una corriente de agua
subterránea, se puede hacer de diferentes formas, pero la más fácil es el ir
paseando sobre el terreno con las varillas L y pensar que se cruzarán en el
momento que estemos en su vertical. En el momento que lleguemos al punto de
aproximación, es cundo al mirar el suelo a través de las varillas, estas se
empiezan a cruzar, esto quiere decir que en esa dirección se encuentra la
geopatia que estamos buscando, en este caso una corriente de agua subterránea.
―Algunos prospectores lo definen como el rayo solar―.
Si seguimos avanzando nos encontraremos
en la vertical de la corriente, en donde por la perturbación del campo
electromagnético, la acumulación de iones negativos, y la variación del cambio
eléctrico del terreno, nos indicara que estamos sobre la geopatía o corriente
que estamos buscando. En ese momento las
varillas deben cruzarse indicando el punto exacto de que estamos en la vertical
de la corriente. Notaremos que en las orillas se concentra más radiación que en
los lados o en el centro, con esta variación podemos determinar su anchura,
profundidad y caudal.
Una vez salgamos de la zona alterada las
varillas se deben de colocar otra vez paralelas, si verdaderamente nos
encontramos en una zona neutra.
Esta
variación en el flujo magnético también afecta a la transmisión de información
entre las células, provocando alteraciones entre ellas y por lo tanto
enfermedades.
Es pues conveniente el no pernoctar
sobre corrientes de agua para que no nos afecten. Esta variación solamente la
produce la corriente de agua, siendo más débil aquella que está inmóvil como
puede ser el nivel freático.
Esta radiación de la corriente, afecta por
igual e independientemente de la profundidad en que se encuentre, lo único que
varía es en su anchura, su caudal, su salubridad o contaminación por pesticidas
o aguas negras, que a más cantidad y más salobre, o más contaminada, es más
perjudicial.
Otro de los problemas de nuestra
avanzada civilización son los campos eléctricos y los magnéticos, provocados
por la cantidad de aparatos electrónicos en que estamos rodeados en nuestras
viviendas o nuestro lugar de trabajo. Todos los aparatos electrónicos que
funcionan con corriente alterna, producen un campo eléctrico o
electro-magnético medible o energía estática, que nos puede afectar según su
potencia o su proximidad.
Aunque estos campos eléctricos
disminuyen con el aislamiento, no ocurre lo mismo con el electro-magnetismo,
que no tiene aislantes y se pueden propagar incluso a través de las paredes de
nuestra vivienda o lugar de trabajo, solamente con la distancia disminuye su
potencia.
Hay que poner mucha atención a la toma
de tierra de la instalación eléctrica, ya que si esta no funciona correctamente
o la toma de la piqueta se encuentra sobre una Geopatía o punto PAAT, ―Puntos
de Alta Actividad Telúrica―, o cruce de diferentes energías, la energía
negativa de la misma pasará a toda la instalación y en este caso tendremos
dentro de casa o lugar de trabajo la energía negativa por todos los sitios.
Además tenemos como factor importante en
contra de nuestra salud las ondas emitidas por los emisores o repetidores de
telefonía, radar, TV, Wifi, radio y otros que según la distancia o
emplazamiento nos afectan continuamente, ya que la frecuencia en que emiten,
altera nuestro organismo, según algunos estudios realizados por técnicos en el
tema.
Para tratar de evitarlos se pueden
colocar apantallamientos metálicos o pinturas metálicas conectados a una buena toma de tierra para
paliar en lo posible el efecto de la radiación. El Wifi es conveniente
desconectarlo cuando no se usa, por ejemplo de noche, ya que su radiación puede
perjudicar nuestro sueño.
Otra forma de energía negativa es la
producida por las ondas de forma, tanto si son producidas por los
elementos negativos que tenemos en nuestras viviendas, como pueden ser ángulos
de la estructura o vórtices muy agudos, ya que concentran y dirigen la energía
hacia un punto determinado. Como también por cuadros, figuras o esculturas,
como pueden ser mascaras o figurillas antropomorfas, con una fuerte carga
negativa en la forma del trabajo en su creación. El trabajo para su confección
se puede hacer a disgusto, de forma desagradable, de mala gana, o con mucho
amor y diligencia, y esto se traslada a la figura o cuadro y deja una energía
remanente, y en este caso puede ser positiva o negativa. Y aunque parezca
mentira, según como seamos de sensibles, nos afectan más de lo que creemos. Ha
habido casos de estrés por culpa de una figura antropomorfa situada cerca del
paciente o en otra habitación contigua.
Pero dentro de todo este contexto
negativo, también existen lugares saludables y positivos que debemos conocer,
para poder vivir en armonía y poder disfrutar de buena salud y alegría con
nosotros mismos y con nuestros familiares.
Un buen lugar saludable son los bosques, ya
que los árboles disipan la energía negativa y absorben la positiva del Cosmos y
a través de sus raíces la transmiten a la Tierra. Es muy saludable el pasear por
el campo y respirar el aire sano y puro. También la playa es un lugar con
buenas energías positivas, siempre que vayamos descalzos en contacto con el
agua y con la arena, y además tomemos el sol con precaución. ¿Alguien se
encuentra a disgusto en estos lugares saludables y más si estas de vacaciones?,
escuchemos pues a nuestro cuerpo que él nos dirá dónde está mejor y evitemos en
lo posible aquellos lugares que estamos a disgusto o nos quitan la salud y la
alegría.
No caigamos en la tentación de creer que
esto no nos afecta a nosotros o a nuestra vivienda, y que solamente ocurre en
algún lugar lejano, pues estas líneas de energía
o geopatías están por todo el mundo, en algunos sitios más que en otros, según
terrenos y elementos del entorno, pero nadie se salva de sus efectos, tanto
nocivos como beneficiosos.
Lo que tenemos que hacer es ubicar
nuestro lugar de descanso o trabajo en el sitio que menos nos afecte, y esto se
consigue haciendo un buen estudio radiestésico del espacio en que vivimos o
trabajamos, e ir probando donde nos encontremos mejor, pues nuestro cuerpo si
lo escuchamos y tomamos conciencia ya nos lo dirá.
Diferentes
geopatías dentro de una vivienda. Una corriente de agua, una micro-falla y
donde se puede observar diversas líneas Hartmann, Cody, Madre y las chimeneas
―en círculos rojos― con sus canales de contacto.
Alguna vez nos encontraremos, en que un
matrimonio que duerme en la misma cama, a uno le afecta y al otro no, y al que
no le afecta dice que eso son tonterías, y yo siempre les digo, ¿por qué no
probáis a invertir el lugar de descanso a ver qué pasa? Pues solamente en medio
metro puede cambiar totalmente el estar bien, a que nos afecte y no nos deje
descansar, o que descansemos plácidamente. Es en definitiva, el buscar el buen sitio.
Aquí solamente se explica un poco todas
aquellas posibilidades que tiene un buen prospector de poder ayudar a sus
semejantes o así mismo, pues como he dicho anteriormente la Radiestesia no tiene límites ni fronteras, las limitaciones las imponemos nosotros mismos según
nuestros conocimientos, sensibilidad y prácticas. La podemos usar tanto para
buscar agua o minerales como para curar cuerpos enfermos.
Pues
intentemos beneficiarnos de estas enseñanzas y hagámonos sabedores de otro
adagio; Dime dónde vives y te diré como
te encuentras.
sábado, 25 de junio de 2022
domingo, 16 de febrero de 2014
CONSELL AGRARI MUNICIPAL DE SUECA
Conocerá las diferentes formas de energías naturales y artificiales que nos rodean y cómo nos pueden perjudicar; como las ondas electromagnéticas, microfallas telúricas, corrientes de agua subterránea, vórtices cosmotelúricos, líneas de energía Hartmann, Curry, Beker, etc.
E-mail: smasetrubio@gmail.com
domingo, 5 de mayo de 2013
Bienvenidos al blog zahorí
GEA: Asociación de estudios biológicos
http://www.geobiologia.org/gea/