domingo, 25 de septiembre de 2022

Mundo Zahorí: Mundo Zahorí:  radiestesia para principiantes

Mundo Zahorí: Mundo Zahorí:  radiestesia para principiantes: Mundo Zahorí:  radiestesia para principiantes :  radiestesia para principiantes. capitulo 1º de 3

    ¿QUE ES LA RADIESTESIA Y PARA QUE SIRVE?

Pocos creerán que un librito que cuesta tan poco dinero, contenga tanta información y enseñanzas que pueden traer la felicidad a nuestras familias y a nosotros mismos.

Este pequeño libro está dedicado a toda persona que haya oído hablar de esta ciencia tan antigua como interesante, donde se explica de forma sencilla y amena, con experiencias personales, ejemplos contrastados y resaltando aquellas palabras o nombres no conocidos, para poder descubrir aquellas energías del entorno que nos pueden ayudar en nuestras necesidades a llevar una vida más feliz y placentera, y evitar en lo posible aquellas otras que nos pueden afectar o enfermar.

 Así mismo al mismo tiempo, introducirnos en ese mundo maravilloso de la Radiestesia, el de poder detectar aquellos elementos escondidos a la vista de los mortales, como pueden ser aguas subterráneas, minerales u objetos perdidos entre otras experiencias.

La Radiestesia, Rabdomancia o Arte del Zahorí, es una ciencia que desde tiempos inmemorables estudia y permite captar ciertas radiaciones que recibimos desde el Cosmos, de la Tierra o de  ciertos cuerpos, bien sean humanos, animales, o de diferentes elementos tanto minerales, vegetales, o de forma.

El diccionario de la lengua española define la Radiestesia, como una sensibilidad especial para captar ciertas radiaciones, utilizada por los Zahories para descubrir manantiales subterráneos, vetas metalíferas, etc.

La Radiestesia es un complemento imprescindible para el estudio de otras profesiones como Geología, Feng Shui, Reiki, Radiónica, Naturismo, Kinesiología y otras ciencias.

 Todo cuerpo o materia en este Universo vibra a una cierta frecuencia,  que se transforma en radiación, y esta a su vez en energía. Nosotros mismos vibramos porque somos energía, la recibimos y la damos a los demás y también a nuestro entorno. Y este tipo de energías es lo que estudia la Radiestesia, tanto las positivas como las negativas, ya que en todo existen los dos polos opuestos.

 

“Toda energía sigue el pensamiento.

Todo lo que somos es el resultado de nuestros pensamientos. Budha.”

 

         Lo que sientes y piensas, vibra,

         Lo que vibra lo atraes,

         Lo que atraes, lo creas.

                              Lo que creas, se hace visible.

                              Lo visible, se puede estudiar.

Un Radiestesista, Zahorí o Prospector, es aquella persona que ha desarrollado en sí misma, una sensibilidad especial para captar y medir estas radiaciones que nos envuelven y que están en todo aquello que tenemos a nuestro alrededor.

 Para su trabajo como prospector usa principalmente su cuerpo  físico o diferentes utensilios para detectar y amplificar nuestra percepción a estas radiaciones, como péndulos, horquillas V, varillas L, lóbulos antena H y otros.

Normalmente cuando se habla de Radiestesista, Rabdomancia o Zahorí, siempre nos viene a la memoria, aquella persona que con unas varitas vegetales o rama de un árbol en forma de V, u otro utensilio, se dedicaba a buscar aguas subterráneas o cosas ocultas a la vista del público.

Pero en este caso vamos a interesarnos más por la salud de nosotros mismos y de nuestros semejantes, aunque al mismo tiempo, también trataremos de conocer algo más de algunos de los muchos misterios que estudia la Radiestesia.

Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha atribuido a los dioses del Olimpo, aquellos acontecimientos inexplicables que ocurrían en el Cosmos y en la Tierra. Pero según fue desarrollando su conocimiento en los diferentes campos de la ciencia, algunos de aquellos fenómenos tuvieron una explicación científica. Pero en cambio otros siguen siendo un misterio.

La radiestesia en sí, explica la fenomenología que ocurre en el Cosmos, en la Tierra y en los diferentes seres vivientes que nos acompañan, así como aquellas alteraciones naturales o artificiales ocasionadas por nuestra avanzada tecnología.

La mayoría de estos fenómenos, se transforman en energía, que con diferentes frecuencias, longitudes o forma de onda, se desplazan por el espacio y nos pueden beneficiar o afectar, tanto a las personas, a los animales, como a los árboles y las plantas.

Su estudio es primordial para aquellos que se dedican a la salud de sus semejantes, animales, plantas o constructores del hábitat saludable, como pueden ser médicos naturistas, arquitectos, bioconstrucción y también los que se dedican a la agricultura o a la jardinería, así como a aquellas personas que buscan el bienestar de sí mismas y de su familia.

Con todo este bagaje de conocimientos, podemos ayudar a prevenir ciertas enfermedades o paliar en lo posible algunas de las ya desarrolladas, a las cuales no se les ha encontrado remedio por la vía convencional.

Algunas de las enfermedades o patologías que hoy existen, no son provocadas por virus o bacterias, ni son hereditarias, pero sí el lugar donde se manifestaron. Hay un viejo adagio que dice, “Dime dónde vives y te diré lo que padeces”.

 

La debilidad del indefenso ser humano. Esta cita tiene mucho de certeza.

“Paradójicamente, el ser humano es el ser más indefenso de la Creación; no tiene caparazón, ni cuero, ni escamas, ni plumas, ni siquiera pelo que recubra su piel. En su desnudez, se ve obligado a buscar protección, debe construir su propio refugio; la casa. Y sin embargo, hay casas maléficas, residencias que atraen la desgracia, departamentos perniciosos, enfermos y mortales para los seres humanos que moran en ellos. 

            Roger de Lafforest.”

 

En la vasta extensión de la corteza terrestre, así mismo como dentro de nuestras viviendas o lugare

s de trabajo, puede haber ciertas geopatías telúricas, ―ver nota al final―, que nos pueden afectar y derivar en ciertas anomalías que afectan a nuestro cuerpo vital y que después pasan al físico, desarrollando ciertas enfermedades o trastornos físicos que en otro lugar no hubiéramos contraído. Por lo tanto, deberíamos estudiar y conocer las malas influencias que podemos tener al estar en una zona geopatógena o alterada telúricamente, a la de otra que nos puede vigorizar y encontrarnos bien con nosotros mismos y con nuestro entorno.

Hay energías que nos benefician en nuestro estado de ánimo, así como en nuestra salud, pero hay otras que nos perjudican, alterando nuestro sistema celular y nos pueden enfermar. Por ello hay que tener mucho interés en conocer estos espacios, tanto los benefactores como los perniciosos para nuestro bienestar.

En este mundo que nos ha tocado vivir, hay tres tipos de personas con diferentes sensibilidades. Las hay insensibles, sensibles e hipersensibles.    O dicho de otra manera, que hay personas que no se alteran por nada, ni emociones, ni afecciones ni por los fenómenos que ocurren a su alrededor. Otras, que son la mayoría, que sí que les afecta tanto lo emocionalmente como aquello invisible, ―pero detectable y medible―, que se encuentra en su entorno, pero que dentro de su estado de conciencia, de ánimo o salud lo pueden soportar sin que les afecte demasiado.

 Pero hay otras ―muy pocas―, que son hipersensibles, que sabiéndolo o ignorándolo, les afectan las emociones, los disgustos y todos los fenómenos negativos que encuentran en su entorno. Esta reacción ante lo adverso o negativo, les produce una reacción dañina para su cuerpo celular y nervioso que se puede transformar en una enfermedad, en la que parece que no se encuentra su origen, es decir, la causa-efecto.

 Este tipo de enfermedades no tienen su origen en bacterias o virus que uno puede contraer en cualquier lugar contaminado y se pueden combatir con antibióticos o con la medicina convencional, más bien, es una alteración del campo eléctrico interior que afecta al sistema nervioso y celular y que se origina en el cuerpo de energía o vital que todos poseemos, y de este pasa al físico donde se manifiesta como estrés o enfermedad.

El ser humano está constituido principalmente por siete cuerpos, el físico que es el que vemos, el vital o de energía, el astral, el mental, el causal, el búdico y el espiritual o átmico donde reside el Alma. También se conocen con otros nombres según qué tipo de religión o creencia, pero en estos momentos solamente nos interesan dos, el físico, que es el cuerpo que vemos y está constituido por músculos y huesos, y el vital que es donde reside nuestra energía y la vida, ya que sin energía no hay vida, y principalmente las enfermedades afectan a estos dos cuerpos, y son de estas las que vamos a tratar, a poder conocer su procedencia y sus efectos, y dentro de lo posible el poder remediarlas.

Como he dicho anteriormente hay personas muy sensibles y por ello vulnerables a estas geopatías, y pueden contraer enfermedades no deseadas por culpa de ignorar esta fenomenología que se produce en ciertos lugares.

Las diferentes geopatías no producen enfermedades concretas, lo que hacen es debilitar el sistema de defensa de nuestro cuerpo, sobre todo cuando estamos descansando o durmiendo, ya que entonces nuestro cuerpo se relaja y baja sus defensas para poder regenerarse y cargarse de energía y por este motivo, es más propenso a contraer una cierta enfermedad, que de no actuar estas geopatías en este lugar no hubiéramos contraído.

En este mundo que nos ha tocado vivir, nos podemos encontrar con ciertas energías o frecuencias de onda, que no podemos evitar, que  provienen de nuestro entorno, o del Cosmos, como son las ondas de radiación cósmica, que nos envían las estrellas, las ondas de frecuencia larga, corta o infinita, de rayos X, ondas Alfa, Beta, Gamma, rayos ultravioleta y otras de origen desconocido, así mismo como el viento solar proveniente de nuestra estrella el Sol, que además nos envía ondas electromagnéticas, lumínicas y caloríficas entre otras. Estas ondas y el viento solar que envía el Sol, son bien visibles, como por ejemplo las que forman las Auroras Boreales y Australes al chocar con el escudo magnético que protege la Tierra.

La mayoría de estas radiaciones no nos afectan, ya que nuestro cuerpo se ha habituado a ellas, pero cuando su potencial es muy grande y traspasan las defensas que tiene la Tierra, sí que nos pueden enfermar, sobre todo a las personas hipersensibles.

      También entre ellas están las ondas electromagnéticas que afectan a las telecomunicaciones y a las redes eléctricas, además de la influencia gravitatoria que ejerce sobre nuestro planeta.

El viento solar además se transforma o lleva consigo una fuerte carga de energía positiva que al chocar con la de la Tierra, que es de carga negativa, produce una diferencia de potencial eléctrico, que afecta sobre todo a aquellas personas que son hipersensibles a este fenómeno, produciéndoles dolores musculares, ―sobre todo cuando ha habido una luxación o inflamación de las articulaciones―, estrés o cambios de humor.

Estas personas conocidas como barómetros ambulantes o vivientes, detectan y sufren estos cambios eléctricos que se producen en la atmósfera antes de una tormenta o tiempo ciclónico, al pasar de una carga negativa procedente de la Tierra a otra positiva proveniente del Cosmos.

Ése intercambio de iones negativos por iones positivos son los que afectan a nuestro sistema celular y nervioso. Además son los responsables de las tormentas eléctricas, como son los relámpagos, rayos, rayos de bola, así como el conocido como fuego de Santelmo, que se produce en ciertos lugares con una elevada carga negativa, donde esta se disipa por las puntas de los mástiles de los barcos, edificios altos o aislados, o sobre las puntas conductoras de los árboles, y en lugares telúricos con una gran concentración de energía negativa al pasar una tormenta con carga positiva.

Son energías que están presentes en todas partes, pero que no las vemos, como no vemos la radiación del aparato microondas cuando ponemos algo en su interior para calentar o  cocer, pero estar está, aunque son invisibles pero detectables y podemos comprobar sus efectos.

Ya que conocemos y no podemos evitar las energías que provienen del Cosmos y de la Tierra, que nos pueden beneficiar o enfermar, hay que tomar conciencia de ellas, pues aparte de las explicadas, también están las energías gravitatorias, tanto del Sol, como de la Luna o de las Galaxias, aunque estas no nos afectan directamente. Pero todo este conglomerado de energías, forman otras de origen desconocido que son las que nos afectan.

Una forma de paliar los efectos de estas energías cósmicas que nos puedan afectar en esos momentos de máxima actividad solar y notamos el ponernos nerviosos o con estrés, son el tener un buen contacto a tierra, y descargarnos de la energía estática acumulada, como puede ser el tocar un elemento metálico que esté en contacto permanente con la tierra y con el suelo que pisamos, no en la tierra de una maceta. Algunas personas notaran como un pequeño calambre en el momento del contacto, por la gran cantidad de energía estática acumulada. Esto también ocurre cuando dicha persona si es muy sensible, está cerca de aparatos electromagnéticos, como ordenadores o maquinas eléctricas etc., y no disponen de una buena toma de tierra, entonces lo más efectivo y beneficioso para descargarnos sería ir descalzo sobre la tierra húmeda, o en todo caso llevar calzado conductor a tierra. ―Suelas sin aislante eléctrico, goma o plástico―.

 Vamos ahora a explicar superficialmente parte de aquellas energías telúricas que se producen en la Tierra, bien en la superficie como en su interior. Unas de las principales es la energía gravitatoria proveniente de su masa y la electromagnética, proveniente del núcleo y del eje magnético que atraviesa el globo de Norte a Sur, y que es detectable por medio de la brújula, o por otros medios naturales, tanto por el ser humano como por los animales y plantas.

Para comprender el campo electromagnético terrestre, deberíamos fijarnos con los aparatos inventados por el ser humano, imitando lo que se encuentran en la Naturaleza de forma natural.

Imaginemos como está construido un electroimán, transformador, motor o cualquier maquina eléctrica que tenga movimiento o desarrollan una fuerza mecánica.

Estos funcionan por medio de un campo electromagnético y para obtenerlo hay que tener unos elementos que son esenciales. Un núcleo, un devanado por donde pasa la corriente eléctrica y una fuente de energía que transforme la corriente eléctrica en magnética y esta a su vez en mecánica.

Esto que es un fenómeno artificial, en la Tierra se forma de manera natural. Las bobinas del devanado del motor, transformador o cualquier maquina eléctrica, está formada por varias espiras de un hilo de cobre,  aluminio o cualquier material conductor de la corriente eléctrica y produce un campo electromagnético que da movimiento o transforma la energía en aquello deseado para el fin en que ha sido construido.

En la Tierra se produce este fenómeno por el magnetismo terrestre y el movimiento de rotación que tiene sobre su eje y alrededor del Sol.

Este campo magnético terrestre se transforma en unas líneas de energía que recorren todo el planeta de Norte a Sur y además por efecto de la rotación, hay otras que circulan de Este a Oeste, formando una red global de cuadriculas de varios kilómetros de lado, al igual que ocurre con los meridianos y los paralelos terrestres. Pero así como estos los ha colocado el hombre para medir y situar cualquier punto terrestre en un lugar determinado, estas líneas de energía están desde que se formó el mundo como planeta. 

Estas líneas son como muros o paredes invisibles de energía que salen de la tierra y con una anchura de varios metros se elevan hacia el Cosmos formando el campo magnético terrestre y el cinturón que envuelve la Tierra y nos defiende de las tormentas y vientos solares, como es el cinturón de radiación de Van Hallen.

Estas líneas de energía conocidas desde tiempos inmemoriales como Líneas Ley o Sagradas forman una gran red global en dirección N-S y E-O, y están por toda la Tierra, y en los cruces de sus cuadrículas, disipan mucha energía tanto positiva como negativa, ya que hay líneas y cruces positivos alternados con otros negativos. Es el Yin y el Yang de las redes globales.

 Pero hay muchos cruces positivos que el ser humano conoce desde la antigüedad como benefactores y estos eran aprovechados para construir sus templos y ermitas, casas de salud y ciudades, para poder beneficiarse de esa energía positiva. En cambio también hay otros con energías negativas, que ya el ser humano prehistórico trataba de disipar o contrarrestar su energía, colocando enormes piedras como disipadores de energía hacia el cosmos, como son los menhires megalíticos y los obeliscos. 

Últimamente se ha descubierto que la Tierra está cambiando telúricamente hablando, tal vez por su evolución, o por el cambio de nuestra avanzada y moderna tecnología. Estas cuadriculas que forman estas líneas Ley que pueden tener varios km de anchura y varios metros de muro de energía, se subdividen en otras más pequeñas conocidas como líneas Madre o Peyre, ―o con otros nombres según país o cultura―, en honor a su descubridor. Estas pueden tener cuadrículas de varios centenares de metros y su muro de energía es de más de un metro, según lugar y estado de la Tierra en relación al Sol y la Luna, ya que sus campos gravitatorios alteran su estructura, tamaño e intensidad. Estas líneas Madre a su vez se subdividen ―no matemáticamente―, en otras más pequeñas y de menos intensidad, conocidas como red global terrestre o líneas Hartmann, ―en honor a su descubridor el doctor alemán Hernest Hartmann―, con unas cuadriculas entre el metro y cuatro metros y un muro de energía de unos diez centímetros aproximados. Hay otras más pequeñas poco importantes.

Cuando se tiene una cierta sensibilidad, se pueden detectar estas líneas o muros de energía con las manos, notando en el momento del contacto, una pequeña diferencia de calor con el resto del espacio. Algunas personas notan como un pequeño cosquilleo.

Otros grandes descubridores fueron el científico y médico alemán Manfred Curry y el ingeniero francés Pierre Cody, que descubrieron otra red global que va en diagonal a las Hartmann tanto en horizontal como en vertical, con una anchura de muro de energía más potente y unas cuadriculas más grandes, entre los tres y los cinco o seis metros. Existen otras redes de energía muy importantes pero que en este pequeño libro no estudiaremos como son las solares, las de poder y otras que engloban un todo en este mundo de las energías. 

Todas estas líneas de energía telúrica emergen desde el centro de la Tierra a diferentes profundidades, siendo hoy por hoy un misterio de cómo se producen, como también desde la profundidad en que se forman y emergen. Seguramente la Tierra se halla formada por diferentes capas ―como si fuera una cebolla―, y en estas zonas por diferentes motivos es donde se desarrollan las diferentes energías que conforman estas líneas en el exterior.

 Según mis propios estudios hechos por tele radiestesia o sea detección a distancia, lo que forma la primera capa serían las chimeneas o vórtices cosmotelúricos, entre los 30 y 50 m de profundidad, después se encuentran las líneas que forman la red global o Hartmann que provienen de una segunda capa a unos 30 km de profundidad formando la corteza terrestre, y ya en diferentes profundidades se encontrarían las Cody, a unos 300 km y las Ley a unos 400, 500 o más km de profundidad dentro de lo que es el manto externo. Quizá hay otras o estas mismas que tengan su nacimiento en el frotamiento del núcleo interno con el magma o sea a varios miles de km.          

Todas estas redes de energía, cubren por completo toda la superficie terrestre, siendo además más perjudiciales cuando en ciertos puntos se juntan dos o más líneas diferentes, y más cuando coinciden dos cruces o nudos de diferentes líneas en el mismo sitio o sobre otra alteración telúrica, ya que entonces por sinergia se suman sus intensidades y es cuando son más dañinas para las personas vulnerables.

Además de todo este entramado de energías, podemos encontrar micro-fallas o grandes fallas telúricas, producidas por el desplazamiento de las masas continentales, formando plegamientos y fracturas en el manto terrestre como los cañones y barrancos, las cordilleras, las montañas, y las fallas telúricas en sí, que no son otra cosa que grietas en la roca madre, por donde sale la energía de la combustión interna del magma de nuestro planeta. En los lugares donde son más anchas y profundas, es donde se originan los terremotos y volcanes, y la rotura y desplazamiento de las masas continentales. También a través de estas grietas, es el lugar en que la energía negativa del interior de la tierra, encuentra menos resistencia para salir al exterior.

 

 

 

 

Otro fenómeno que podemos encontrar por todo el planeta, son los vórtices o chimeneas cosmotelúricas, que son como pequeños o grandes cilindros o tubos de energía que entre un metro o más de diez de diámetro, forman pequeños tornados de energía que saliendo de la tierra descargan en

 

las alturas una energía normalmente sucia o negativa, absorbiendo a continuación energía limpia y positiva del cosmos y enviándola hacia el subsuelo.

Es como si la Tierra respirase por unos poros que tiene en la superficie, y con un intervalo de algunos minutos absorbe y expele energía como nosotros respiramos aire.

Cuando absorbe la energía del Cosmos lo hace en una dirección de rotación, como las agujas del reloj y cuando la expele lo hace en dirección contraria, como si estuviéramos atornillando o destornillando algo en el suelo. Cuando baja lo hace en dirección a derechas y cuando sale a izquierdas.

Las chimeneas en su interior forma una especie de círculos que van de menor a mayor, formando una especie de embudo o torbellino, según este absorbiendo o disipando.

Estas chimeneas cosmotelúricas que se encuentran por todas partes, y la distancia entre ellas varían desde un par de metros a unos diez o más, disipan su energía desde unos treinta metros de profundidad a unos ciento cincuenta de altura, variando su potencia y altura según su diámetro y terreno donde se encuentren. También entre ellas se comunican por medio de unos canales, ―que algunos prospectores conocen como brazos y que son invisibles pero medibles―, que transportan energía de una chimenea a otra, pues cuando una está aspirando, su compañera más cercana, está expeliendo para estabilizarse.

 

 

Con este intercambio de energía, las chimeneas son las más perjudiciales para la salud, ya que el movimiento de subida y bajada altera enormemente la transmisión eléctrica entre las neuronas cerebrales, perjudicándolas y son el fenómeno que más anomalías o enfermedades provoca.

Entre ellas las hay positivas y negativas. Esto se mide en el tiempo de bajada, (+) y el de subida (-) que más energía lleve. Esto lo notaremos cuando medimos el tiempo de subida y de bajada y nos encontremos en el centro de la misma, y con el péndulo veremos en qué dirección va la rotación.

La forma de encontrar una chimenea rápidamente, es desde cualquier lugar en que nos encontremos, preguntar en qué dirección se encuentra la más cercana a nosotros y a qué distancia nos encontramos de ella. Una vez encontrada veremos su diámetro y el círculo lo marcaremos en el piso o terreno. Luego dando vueltas alrededor del círculo, iremos marcando los diferentes canales que salen de su interior hacia otras chimeneas. Esto hay que hacerlo varias veces, pues en el momento que la chimenea o canal están en reposo, no son detectables. Y tomando como referencia desde el centro y las marcas que habremos hecho en su perímetro, en esa dirección encontraremos las otras que tiene a su alrededor. Normalmente cada chimenea tiene 5 o 6 brazos o canales. Y así sucesivamente encontraremos todas las demás que nos puedan afectar o beneficiar.

En la revista de GEA 113 verano del 2021 pagina  40  podemos leer: “El biólogo alemán Joseph Birckner de la Asociación Biológica de Alsacia (Alemania) hace una descripción de las chimeneas, que a grandes rasgos dice así: una Chimenea Cosmotelúrica es una radiación en el rango de las microondas de frecuencia de 3 GHz, y 10 cm de longitud de onda, que aparece localizada en una zona concreta en forma de columna salomónica. Su origen es cósmico. En la antena Lecher se encuentra en el valor LA 5,85+ y en varillas la longitud de mango es 20,7 cm. La exposición a las chimeneas, produce diferentes síntomas, como cansancio crónico, fibromialgia, poca energía, agotamiento, depresiones y enfermedades degenerativas. También pueden producir cáncer o esclerosis múltiple, cuando convergen con otras alteraciones geológicas superpuestas.

Todas las chimeneas son perjudiciales para la salud. En las positivas solamente estaremos un pequeño espacio de tiempo en su vertical para repostar energía, pues al igual que las negativas, alteran el buen funcionamiento de las neuronas cerebrales por su ritmo alternado de transporte de energía. Los canales de contacto entre ellas, también son perjudiciales, ya que transportan energía alternativamente en una dirección u otra”.

Otro fenómeno que hay que tener en cuenta son las corrientes de agua subterránea, que ha diferentes profundidades circulan por gran parte del subsuelo terrestre, y forman allá por donde salen al exterior, fuentes y manantiales con vida vegetal y acuática.

Estas corrientes de agua que circulan por el subsuelo desvían el campo magnético terrestre, porque el agua es diamagnética y desvía los iones negativos terrestres que salen de su interior, concentrándolos en sus orillas y en menos cantidad en el lecho de la corriente, pero más intenso que fuera de la zona, siendo por este fenómeno detectables por los Zahories o personas sensibles a estas radiaciones.

La fricción del agua con el subsuelo crea unos campos electro-magnéticos con una frecuencia muy sutil o débil, pero detectable por las personas que son sensibles.

El estar de forma prolongada en la vertical de estas radiaciones puede producir geopatías, como por ejemplo, molestias para dormir, estrés o desarrollar alguna enfermedad.

 

 

 

Para detectar una corriente de agua subterránea, se puede hacer de diferentes formas, pero la más fácil es el ir paseando sobre el terreno con las varillas L y pensar que se cruzarán en el momento que estemos en su vertical. En el momento que lleguemos al punto de aproximación, es cundo al mirar el suelo a través de las varillas, estas se empiezan a cruzar, esto quiere decir que en esa dirección se encuentra la geopatia que estamos buscando, en este caso una corriente de agua subterránea. ―Algunos prospectores lo definen como el rayo solar―.

Si seguimos avanzando nos encontraremos en la vertical de la corriente, en donde por la perturbación del campo electromagnético, la acumulación de iones negativos, y la variación del cambio eléctrico del terreno, nos indicara que estamos sobre la geopatía o corriente que estamos buscando.  En ese momento las varillas deben cruzarse indicando el punto exacto de que estamos en la vertical de la corriente. Notaremos que en las orillas se concentra más radiación que en los lados o en el centro, con esta variación podemos determinar su anchura, profundidad y caudal.

Una vez salgamos de la zona alterada las varillas se deben de colocar otra vez paralelas, si verdaderamente nos encontramos en una zona neutra.

Esta variación en el flujo magnético también afecta a la transmisión de información entre las células, provocando alteraciones entre ellas y por lo tanto enfermedades.

Es pues conveniente el no pernoctar sobre corrientes de agua para que no nos afecten. Esta variación solamente la produce la corriente de agua, siendo más débil aquella que está inmóvil como puede ser el nivel freático.

 Esta radiación de la corriente, afecta por igual e independientemente de la profundidad en que se encuentre, lo único que varía es en su anchura, su caudal, su salubridad o contaminación por pesticidas o aguas negras, que a más cantidad y más salobre, o más contaminada, es más perjudicial.   

Otro de los problemas de nuestra avanzada civilización son los campos eléctricos y los magnéticos, provocados por la cantidad de aparatos electrónicos en que estamos rodeados en nuestras viviendas o nuestro lugar de trabajo. Todos los aparatos electrónicos que funcionan con corriente alterna, producen un campo eléctrico o electro-magnético medible o energía estática, que nos puede afectar según su potencia o su proximidad.

Aunque estos campos eléctricos disminuyen con el aislamiento, no ocurre lo mismo con el electro-magnetismo, que no tiene aislantes y se pueden propagar incluso a través de las paredes de nuestra vivienda o lugar de trabajo, solamente con la distancia disminuye su potencia.

Hay que poner mucha atención a la toma de tierra de la instalación eléctrica, ya que si esta no funciona correctamente o la toma de la piqueta se encuentra sobre una Geopatía o punto PAAT, ―Puntos de Alta Actividad Telúrica―, o cruce de diferentes energías, la energía negativa de la misma pasará a toda la instalación y en este caso tendremos dentro de casa o lugar de trabajo la energía negativa por todos los sitios.

Además tenemos como factor importante en contra de nuestra salud las ondas emitidas por los emisores o repetidores de telefonía, radar, TV, Wifi, radio y otros que según la distancia o emplazamiento nos afectan continuamente, ya que la frecuencia en que emiten, altera nuestro organismo, según algunos estudios realizados por técnicos en el tema.

Para tratar de evitarlos se pueden colocar apantallamientos metálicos o pinturas metálicas  conectados a una buena toma de tierra para paliar en lo posible el efecto de la radiación. El Wifi es conveniente desconectarlo cuando no se usa, por ejemplo de noche, ya que su radiación puede perjudicar nuestro sueño.

Otra forma de energía negativa es la producida por las ondas de forma, tanto si son producidas por los elementos negativos que tenemos en nuestras viviendas, como pueden ser ángulos de la estructura o vórtices muy agudos, ya que concentran y dirigen la energía hacia un punto determinado. Como también por cuadros, figuras o esculturas, como pueden ser mascaras o figurillas antropomorfas, con una fuerte carga negativa en la forma del trabajo en su creación. El trabajo para su confección se puede hacer a disgusto, de forma desagradable, de mala gana, o con mucho amor y diligencia, y esto se traslada a la figura o cuadro y deja una energía remanente, y en este caso puede ser positiva o negativa. Y aunque parezca mentira, según como seamos de sensibles, nos afectan más de lo que creemos. Ha habido casos de estrés por culpa de una figura antropomorfa situada cerca del paciente o en otra habitación contigua.

Pero dentro de todo este contexto negativo, también existen lugares saludables y positivos que debemos conocer, para poder vivir en armonía y poder disfrutar de buena salud y alegría con nosotros mismos y con nuestros familiares.

 Un buen lugar saludable son los bosques, ya que los árboles disipan la energía negativa y absorben la positiva del Cosmos y a través de sus raíces la transmiten a la Tierra. Es muy saludable el pasear por el campo y respirar el aire sano y puro. También la playa es un lugar con buenas energías positivas, siempre que vayamos descalzos en contacto con el agua y con la arena, y además tomemos el sol con precaución. ¿Alguien se encuentra a disgusto en estos lugares saludables y más si estas de vacaciones?, escuchemos pues a nuestro cuerpo que él nos dirá dónde está mejor y evitemos en lo posible aquellos lugares que estamos a disgusto o nos quitan la salud y la alegría.

No caigamos en la tentación de creer que esto no nos afecta a nosotros o a nuestra vivienda, y que solamente ocurre en algún lugar lejano, pues estas líneas de energía o geopatías están por todo el mundo, en algunos sitios más que en otros, según terrenos y elementos del entorno, pero nadie se salva de sus efectos, tanto nocivos como beneficiosos.

Lo que tenemos que hacer es ubicar nuestro lugar de descanso o trabajo en el sitio que menos nos afecte, y esto se consigue haciendo un buen estudio radiestésico del espacio en que vivimos o trabajamos, e ir probando donde nos encontremos mejor, pues nuestro cuerpo si lo escuchamos y tomamos conciencia ya nos lo dirá.

 

Diferentes geopatías dentro de una vivienda. Una corriente de agua, una micro-falla y donde se puede observar diversas líneas Hartmann, Cody, Madre y las chimeneas ―en círculos rojos― con sus canales de contacto.

Alguna vez nos encontraremos, en que un matrimonio que duerme en la misma cama, a uno le afecta y al otro no, y al que no le afecta dice que eso son tonterías, y yo siempre les digo, ¿por qué no probáis a invertir el lugar de descanso a ver qué pasa? Pues solamente en medio metro puede cambiar totalmente el estar bien, a que nos afecte y no nos deje descansar, o que descansemos plácidamente. Es en definitiva, el buscar el buen sitio.

Aquí solamente se explica un poco todas aquellas posibilidades que tiene un buen prospector de poder ayudar a sus semejantes o así mismo, pues como he dicho anteriormente la Radiestesia no tiene límites ni fronteras, las limitaciones las imponemos nosotros mismos según nuestros conocimientos, sensibilidad y prácticas. La podemos usar tanto para buscar agua o minerales como para curar cuerpos enfermos.

Pues intentemos beneficiarnos de estas enseñanzas y hagámonos sabedores de otro adagio; Dime dónde vives y te diré como te encuentras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 


domingo, 16 de febrero de 2014

CONFERENCIA DE INTRODUCIÓN A LA RADIESTESIA Y LA GEOBIOLOGÍA
 
Ponente: Salvador Maset Rubio


CONSELL AGRARI MUNICIPAL DE SUECA


C/ Cullera, 15

Viernes, 21 de marzo del 2014, de 19:30h a 21h

 

Esta conferencia de introducción a la Radiestesia y la Geobiología está destinada a aquellas personas que tienen curiosidad e interés por conocer de cerca cómo el entorno en el que vivimos y trabajamos interactúa con nuestro organismo. La radiestesia nos permitirá despertar nuestra sensibilidad personal para reconocer las radiaciones naturales y artificiales que nos rodean. Aprenderemos los métodos de medición de las radiaciones con sencillos aparatos, y podremos conocer diversas opciones con el fin de adoptar hábitos de vida más saludables. Esta información será de gran utilidad para aquellas personas que viven en carne propia o alguno de sus familiares, enfermedades o dolencias difíciles de diagnosticar.

Aprenda a conocer cómo afectan las geopatías (radiaciones cosmotelúricas) a las personas, en el lugar de trabajo y de descanso, así como a los animales y plantas.

La charla forma parte de un ciclo de conferencias impartidas por personal especializado, miembros de la Asociación de Estudios Geobiológicos, GEA http://www.geobiologia.org/gea/. Constará principalmente de dos ámbitos de estudio y aplicación de la radiestesia:


La Radiestesia en la Agricultura

¿Se mueren sus plantas o árboles en determinadas zonas?

¿Se debilitan los árboles o enferman sin causa aparente? (Sobretodo naranjos).

¿Por qué ciertos árboles no se desarrollan como los demás, o algunas de sus ramas se secan?

¿Por qué algunos plantones no crecen y mueren, cuando los demás están sanos y vigorosos?

 
La Radiestesia en el Hábitat

¿Duerme o descansa usted bien, o se levanta con dolores y más cansado que cuando se acostó?

¿Tiene algún familiar o conocido alguna enfermedad rara o difícil de diagnosticar?

¿Hay algún bebé en casa que no duerme bien o llora en la cuna?

 
Sepa cómo nos afectan las radiaciones telúricas terrestres y las electromagnéticas de nuestro entorno.

Conocerá las diferentes formas de energías naturales y artificiales que nos rodean y cómo nos pueden perjudicar; como las ondas electromagnéticas, microfallas telúricas, corrientes de agua subterránea, vórtices cosmotelúricos, líneas de energía Hartmann, Curry, Beker, etc.

La Radiestesia aplicada al hábitat y a la agricultura quizás sea la solución a sus problemas. 


Ponente: Salvador Maset Rubio

Radiestesista-Zahorí
E-mail: smasetrubio@gmail.com
Miembro de la Asociación de Estudios Geobiológicos (GEA) http://www.geobiologia.org/gea/


domingo, 5 de mayo de 2013

Bienvenidos al blog zahorí


La Radiestesia física o mental es una ciencia que tiene múltiples aplicaciones. La radiestesia como tal, no tiene límites, estos límites los imponemos nosotros mismos, según nuestras necesidades o nuestros conocimientos. Nosotros, los que nos dedicamos a la Salud del Hábitat, la utilizamos específicamente en la detección de las energías beneficiosas o nocivas para la salud, en el ámbito de las viviendas o puestos de trabajo. Otros especialistas aplican la Radiestesia en otros campos: la diagnosis de enfermedades, la predicción en los negocios, la búsqueda de personas desaparecidas, etc.
Durante muchos años me dediqué profesionalmente a la instalación eléctrica y la fontanería. A menudo realizábamos pequeñas perforaciones para sacar agua del subsuelo. Comencé a prospectar para determinar dónde había que perforar con el fin de obtener agua buena. Al principio tuvimos algún fracaso, bien por no hacer correctamente la prospección, bien por falta de experiencia. Así, poco a poco, me inicié en este maravilloso y desconocido mundo de la Radiestesia.
Han pasado ya algunos años desde entonces. Fue en el año 2000 cuando me propusieron estudiar las redes de energía. Si podía detectar las corrientes de agua subterráneas, lógicamente también podría percibir las corrientes telúricas terrestres y las energías procedentes del Cosmos. Desde ese momento me apasioné por el estudio de las energías cosmotelúricas y su fenomenología. Una de las disciplinas que investigué, tanto conceptual como empíricamente, fue la Telerradiestesia o detección a distancia. Después de muchas pruebas y comprobaciones, decidí utilizarla en mis trabajos de prospección.
La asistencia a los encuentros de GEA me permitió conocer las diferentes corrientes de energía que existen en la esfera terrestre. Al practicar la Telerradiestesia perfeccioné la percepción mental y desde entonces es el método que más utilizo. Es más rápido que la radiestesia física, y me ha permitido, utilizando el péndulo como herramienta de trabajo, detectar a distancia el objeto del estudio (sobre planos). Con mucha experiencia se llega a percibir la energía buscada y de esta manera aportar datos importantes a la prospección.
Después de investigar las fallas telúricas, corrientes de agua, líneas de energía Hartmann, Benker, Curry y Peyre, cuando pensaba que ya conocía todo el abanico de energías, en uno de los encuentros de GEA, oí a unos compañeros hablar acerca de unas chimeneas. Obviamente no se referían a las chimeneas de nuestros hogares, sino a algo aún desconocido para mí. Pregunté e indagué hasta obtener más información. Varios prospectores, autores de libros, habían estudiado el fenómeno de las chimeneas y cada cual le daba una explicación distinta. Esto me motivó a estudiar con más profundidad dicho fenómeno.
En mis trabajos como prospector, concretamente entre 2000 y 2013, he tenido la posibilidad de realizar varios estudios en diversos lugares.

GEA: Asociación de estudios biológicos
http://www.geobiologia.org/gea/