domingo, 5 de mayo de 2013

Bienvenidos al blog zahorí


La Radiestesia física o mental es una ciencia que tiene múltiples aplicaciones. La radiestesia como tal, no tiene límites, estos límites los imponemos nosotros mismos, según nuestras necesidades o nuestros conocimientos. Nosotros, los que nos dedicamos a la Salud del Hábitat, la utilizamos específicamente en la detección de las energías beneficiosas o nocivas para la salud, en el ámbito de las viviendas o puestos de trabajo. Otros especialistas aplican la Radiestesia en otros campos: la diagnosis de enfermedades, la predicción en los negocios, la búsqueda de personas desaparecidas, etc.
Durante muchos años me dediqué profesionalmente a la instalación eléctrica y la fontanería. A menudo realizábamos pequeñas perforaciones para sacar agua del subsuelo. Comencé a prospectar para determinar dónde había que perforar con el fin de obtener agua buena. Al principio tuvimos algún fracaso, bien por no hacer correctamente la prospección, bien por falta de experiencia. Así, poco a poco, me inicié en este maravilloso y desconocido mundo de la Radiestesia.
Han pasado ya algunos años desde entonces. Fue en el año 2000 cuando me propusieron estudiar las redes de energía. Si podía detectar las corrientes de agua subterráneas, lógicamente también podría percibir las corrientes telúricas terrestres y las energías procedentes del Cosmos. Desde ese momento me apasioné por el estudio de las energías cosmotelúricas y su fenomenología. Una de las disciplinas que investigué, tanto conceptual como empíricamente, fue la Telerradiestesia o detección a distancia. Después de muchas pruebas y comprobaciones, decidí utilizarla en mis trabajos de prospección.
La asistencia a los encuentros de GEA me permitió conocer las diferentes corrientes de energía que existen en la esfera terrestre. Al practicar la Telerradiestesia perfeccioné la percepción mental y desde entonces es el método que más utilizo. Es más rápido que la radiestesia física, y me ha permitido, utilizando el péndulo como herramienta de trabajo, detectar a distancia el objeto del estudio (sobre planos). Con mucha experiencia se llega a percibir la energía buscada y de esta manera aportar datos importantes a la prospección.
Después de investigar las fallas telúricas, corrientes de agua, líneas de energía Hartmann, Benker, Curry y Peyre, cuando pensaba que ya conocía todo el abanico de energías, en uno de los encuentros de GEA, oí a unos compañeros hablar acerca de unas chimeneas. Obviamente no se referían a las chimeneas de nuestros hogares, sino a algo aún desconocido para mí. Pregunté e indagué hasta obtener más información. Varios prospectores, autores de libros, habían estudiado el fenómeno de las chimeneas y cada cual le daba una explicación distinta. Esto me motivó a estudiar con más profundidad dicho fenómeno.
En mis trabajos como prospector, concretamente entre 2000 y 2013, he tenido la posibilidad de realizar varios estudios en diversos lugares.

GEA: Asociación de estudios biológicos
http://www.geobiologia.org/gea/


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